martes, 22 de julio de 2008

A caballo bajo la Luna llena


A caballo bajo la Luna llena

El sábado 19 de julio salimos con un grupo de los “South Florida Trail Riders” a un paseo por el canal del Parque Nacional Everglades que nos queda cerca de la casa. Este paseo fue organizado con el propósito de salir bajo la Luna llena de 9 a 12 de la media noche.
Llegamos de día para preparar los animales, confraternizar y esperar el atardecer. Esa parte del parque estaba completamente deshabitada. Cuando cayó la noche sólo teníamos la luz de las estrellas que se apoderaron del cielo porque la Luna estaba jugando a esconder. El escenario era una maravilla pero les confieso que estaba algo tensa porque la senda a recorrer era angosta teniendo del lado izquierdo el canal y al lado derecho la vegetación del parque que sólo nos daba espacio para dos caballos, uno junto al otro. Salimos 14 personas a caballo bajo la noche fresca y los caballos alertas durante el camino desconocido y oscuro. A 30 minutos de la salida comenzamos a disfrutar del asomo de la Luna entre las nubes hasta que se convirtió en la reina de la noche reflejando con encantadora coquetería su plateada imagen en las aguas del canal. Fue todo un espectáculo, acompañado de una sinfonía de cantos y crujidos de quien sabe cuantos y cuales animales que nadie pudo identificar pero tal parecía que habían practicado para el concierto de esa noche. Solamente dos caimanes cruzaron para arrojarse al agua cuando percibieron el paso de los caballos y después de este evento quedamos 8 personas que finalizamos el paseo porque parte del grupo decidió regresar. Cuando ya nos quedaba como una milla para regresar, les soltamos las riendas a los caballos y les permitimos acelerar el paso.
Les regalo una foto del atardecer y hubiera querido tomar una buena foto de la Luna reflejándose en el agua pero decidí guardar en mi memoria la magia del momento y disfrutar el paseo de manera segura confiando en mi querido Dómino que estuvo insuperable.

©YGC/AMORA
Fotos Yeli

33 comentarios:

Luna Carmesi dijo...

Algo que mi vida no me ha permitido... Tal vez una tonteria, nunca he tomado 'las riendas' y permitirme compartir tiempo y sensaciones a lomos de un caballo.

Saludos.

La sonrisa de Hiperion dijo...

realmente precioso
saludos

Unknown dijo...

Tuve un caballo, Yeli, lo apodé San Dalio. Fue hace mucho, tanto que yo era niño. Lloré su muerte con desconsuelo. En su corral escribí un fragmento de una copla de Atahualpa: "oscuro lazo de miebla lo pialó junto al barranco...¿cómo fue que no lo viste, que estrella estabas buscando?" (pialar se dice por enlazar las patas o las manos del animal)
El clima que respiré en este post de tu habitat me trajo el recuerdo de mi infancia y de mi querido San Dalio. Un sencillo relato que desencadena emociones.
Muchas gracias, Yeli...y agradezco tu visita por mi mar (espero que regreses)
Besos
REL

alkerme dijo...

Preioso paseo.

Raúl dijo...

Pero qué envidia Yeli!

Waiting for Godot dijo...

Precioso. Besos.

Vicky dijo...

Para mi, el caballo es lo mas hermoso, es para mi el animal mas perfecto que hay...
Gracias por tu huella en mi casita, las perdidas son incalculables, sabes? yo también perdí a mi esposo hace ya 17 años, y siento lo mismo que tu, a veces ese recuerdo golpea fuerte, mas cuando quedan hijos...
Muy bellas tus letras para el...
En cuanto a mi amiga, era una amiga de colegio, y desde la época de colegio no la volví a ver y fíjate que hará dos meses que la encontré por facebook, y nos comunicabamos por correo, y después de un mes me entero que había muerto y esa noticia me golpeo, por que viene a mi mente todos los recuerdos de época de colegio, y el saber que reapareció en mi vida para perderla definitivamente...
Un abrazo para ti.

Merche Pallarés dijo...

YELI, ¡Gracias por entrar en mi blog y dejar tu comentario tan sensato e inteligente! Me ha encantado este post de los caballos. Te visitaré de nuevo. Besotes, M.

Diego Fernández Magdaleno dijo...

Gracias, Yeli, por tu visita y tu comentario.
Saludos,
Diego

Airblue dijo...

Te devuelvo la visita Yeli, entro en tu casa sin permiso porque creo que no hace falta hacerlo, eres tan amante de los animales como yo y creo que también de la medicina. Verás, mi padre fue un gran jinete, participaba en concursos de Hípica hasta que su edad lo permitió. El caballo se llamaba "Mambla", canela y crines azabache. Me has traido recuerdos imborrables y a la vez siento envidia sana por esa vida y esos paseos que nos muestras.

Un abrazo Yeli y encantada de que me hayas visitado.

Angeles dijo...

Gracias por compartir esta experiencia, maravilloso paseo bajo la mágica luna llena...

Abrazos!!

PIER dijo...

Que paseo más hermoso..
Y que bien narrado..
huy como me gustaria estar en ese lugar...que envidia de la sana.
que sigas disfrutando de esos dias tan maravillosos..
te dejo abrazos.

Saziwe dijo...

Cuanta riqueza divina...
lo mejor...
lo recibes, lo compartes y los disfrutas
A eso le llaman ser feliz!!!

ISABEL TEJERA CARRETERO dijo...

Que maravillosa experiencia Que afortunada que eres . Leia el relato como si de un sueño hermoso fuera. Me encantan los animales pero en el lugar en el que vivo eso es impensable ... y lo de los caimanes , me encogió el corazon como a una niña pequeña ¡ que susto ! Y lo de la luna bueno eso si que lo puedo vivir yo la veo reflegada en el mar.
Que afortunada eres de tener tan cerca a la naturaleza
Un abrazo

Anónimo dijo...

¡Hola amiga!
Hoy por fin pude encontrar un ordenador en el que conectarme y saqué algo de tiempo, por lo que aquí me tienes en tu blog, para leerte de nuevo. Lo echaba de menos.
Espero que vaya todo bien al otro lado y que tu hábitat luzca hermoso.
Besos y disfruta del verano.

Nunca Muere dijo...

sólo de imaginarlo, me recuerdan tan bellos momentos en ese ranchito en Sinaloa...hace mucho que no monto a caballo, te da tanta tranquilidad.

Un saludo amiga!

Azpeitia poeta y escritor dijo...

Llego a ti desde Café de Poetas de Sandra y del post Asesinando Poemas...me gusta tu descripción sensible de ese paseo a la luz de la Luna poe ese paraíso y a caballo...en esas circunstancias la vida es bella...un abrazo de azpeitia

Doncel dijo...

Realmente precioso y lo has contado con la poesía natural del lugra y del momento.
ME GUSTA MUCHO ESTE POST.
Besos desde Barcelona.
Antonio

Doncel dijo...

Disculpas:
QUERÍA DECIR.
..con la poesía natural del lugar, y del momento

Fheizhi dijo...

Hola Yeli, q morro q tienes viviendo con tantos caballos con lo q me gustan a mi jeje, voy a linkar tu web a la mia, me ha parecido bastante interesante.

WILHEMINA QUEEN dijo...

Hola Yeli!
qué belleza!

quiero agradecerte el enlace y retribuirtelo, te enlazo también en mis dos blogs.
Besotes!

Vero

vary dijo...

un paseo que produce paz y belleza.
felicitaciones!! por poder gozar de esa maravilla.

Perséfone dijo...

Madre mía, como te envidio. Debió de ser uno de esos instantes mágicos e insuperables.

¿Te importa si te enlazo en mi blog?

Un abrazo.

José Alfonso Rueda dijo...

Solo leyendo tu narración del paseo ya se me pone la piel de gallina. Vivir ese contacto con la naturaleza en estos días de tecnologías y ciudades tiene que ser maravilloso y mágico.
Un saludo y gracias por visitar mi blog.

Vintage dijo...

A esto le llamo yo un buen paseo, me das mucha mucha envidia de verdad

muakkkkkkkkk
me gusta tu habitat

Güisy Pérez-Cuadrado Señoráns dijo...

Hola Yeli, gracias por opinar en mi blog. A veces en la vida se necesita más el amor que la amistad, imagino que depende de las circunstancias de cada uno. De la soledad que se sieta en el corazón. Gracias por tu enfoque, lo meditaré. Mi hija y yo somos grandes admiradoras de los caballos, cuando vuelva a mi casa (ahora están con el padre de vacaciones) se meteré en tu blog para que lea lo que nos relatas tan bonito. Besos.

Güisy Pérez-Cuadrado Señoráns dijo...

Hola Yeli, gracias por opinar en mi blog. A veces en la vida se necesita más el amor que la amistad, imagino que depende de las circunstancias de cada uno. De la soledad que se sieta en el corazón. Gracias por tu enfoque, lo meditaré. Mi hija y yo somos grandes admiradoras de los caballos, cuando vuelva a mi casa (ahora están con el padre de vacaciones) se meteré en tu blog para que lea lo que nos relatas tan bonito. Besos.

Dolores Serrano Cueto (Lola) dijo...

Hola Yeli: Gracias por visitarme. Te mando un saludo.

Eliminado dijo...

Que paseo perfecto, casi leyendote viaje contigo.

Besos
Silvia

Sendieva dijo...

Como imagino esos bellos momentos, uno de mis sueños sería ese, pasear a caballo bajo la luna, con esa claridad tan especial, por una hermosa playa de arena fina...

Como me alegro que puedas disfrutar de todo eso... Muchos besos bella mujer.

Paseando por tu nube dijo...

Qué envidia de paseo, aunque seguramente yo hubiera preferido hacerlo caminando y fotografiar lo que fuiste guardando en tu memoria.
Un beso cielo

NORKA dijo...

Yeli darte gracias por tu visita y a la vez decirte que mi vida no serìa lo mismo sin mis animalitos, sin mis perritos sabes adoro los animales y esta tu casa brinda ese ùnico sentimiento tan distinto al de muchos otros sentimientos como es ese que nos producen los animales a quieners nos gustan...

Lindo Blog.

Un beso de chocolate venezolano.

Anónimo dijo...

Hola Yeli, gracias por tu visita y que sepas que seras bienvenida siempre que quieras pasarte por mi blog. Me ha gustado mucho tu poesía y tus tres blogs. Yo adoro la poesía, leerla claro, por que escribir no es lo mio, aunque pocas veces lo intente, pero eso mejor para Ti que lo haces muy bien. Bueno un abrazo y ya me pasare para ver tus nuevas entradas.


Lo que nos dejó Katrina-Huracán 2005

Lo que nos dejó Katrina-Huracán 2005
Gipsy & Ivory
No tengo la intención de enfocarme en mencionar los daños que tuvimos por el paso de los huracanes del 2005. En el caso de Katrina, los vientos de madrugada parecían como si la naturaleza si hubiera ensañado contra nuestra región con todas sus fuerzas y los minutos parecían horas oscuras y eternas. Las hojas de las palmas volaron como proyectiles y se alojaron en nuestras ventanas de cristales permitiendo sentir dentro de la casa el viento mas fuerte.
Los nueve (9) perros que teníamos para aquel entonces estaban dentro de la casa, porque la puerta del garaje donde los habíamos refugiado amenazaba con volar en cualquier momento. Los caballos estaban sueltos para que sus instintos les guiaran al mejor costado de la casa para refugiarse.
Una vez llegó la traquilidad e hicimos un recorrido por nuestros alrededores, identificamos la caída de un pino de mas de 20 pies atravesando en el patio. Aunque aún llovía, me senté con mucha tristeza en la base del pino todavía en su lugar. En una de las ramas en el piso descubrí a "Ivory"-una paloma bebé, quien de inmediato se convirtió en un inquilino temporero. Tal parece que se cayó del nido y perdió contacto con su madre, estaba casi moribunda, sin plumaje y muy débil. La acogimos en nuestra casa, le dimos calor y comida de pajaritos-bebés...y tiempo después se convirtió en inseparable compañía de Gipsy. Una vez recuperó, con una marca en una de sus patas que le pusimos, voló libre a su destino. Diariamente nos sobrevuelan palomas de muchos tipos y tamaños... y no puedo evitar pensar, que alguna de ellas es Ivory que nos trae sus amigas a alegrar nuestro cielo.